top of page
IMG_6589.jpg

Estudio en la Exposición Armonía/Caos 2017/18

Museo Alejandro Otero, Caracas Venezuela

Ya han pasado algunos años desde mi visita a Costa Rica, país de paisajes exuberantes y de gran belleza natural, tras el filtrado de imágenes y situaciones que hace nuestra mente, se quedó impregnada en mí una bella escena, al visitar el volcán Póas antes de llegar al borde de su cráter hay que transitar un sendero entre un bosque enmarañado, nublado, un tanto oscuro debido a la espesura del follaje y de la bruma. Y yo que suelo salirme del sendero y adentrarme en el bosque para ver que mas hay, para ver el otro lado de las cosas me metí un poco en el entramado sombreado y húmedo, una hermosa imagen se quedaría conmigo para siempre, atravesando la capa vegetal un rayo de sol bien definido incidía sobre un pequeño brote de una rama, haciéndolo resplandecer en la penumbra, de un verde vibrante, intenso, lleno de vida… 

 

Si bien mi trabajo pictórico siempre ha estado influenciado por la belleza del color, de la forma, de la estructura del paisaje natural, de los sonidos y los cantos de aves y todas aquellas vibraciones que emanan de él y que conectándose con sus energías sutiles, energías vitales uno logra trascender y alcanzar un poco de luz, en esta etapa se suma todo eso a lo obtenido en ese rinconcito de Costa Rica; y es que reflexionando un poco en lo que como persona, como venezolano, como uno de más de los tantos millones de ciudadanos que transitamos por el bosque oscuro, eso, el bosque oscuro, lo que ha significado éste período de nuestra historia actual: un transitar a ciegas con las ilusiones desdeñadas, con la marcha lenta y desorientada, con el peso de una roca colgada al cuello, en fin un transitar difícil. 

 

Con el paso del tiempo tras el ejercicio de taller y el ejercicio del pensamiento nace una hermosa analogía con esta imagen del bosque costarricense y es que a pesar de la oscuridad y del entramado saturado siempre la luz se filtrará iluminando la penumbra, siempre la luz encontrará el camino, el intersticio preciso y correcto por el cual llenar de armonía, de color, de alegría y así desplazar y transformar la oscuridad en belleza, en esperanza, en amor. Y es lo que persigo con esta serie, “Luces en el Bosque” es un proceder pictórico/espiritual por medio del cual proyectando energía vital, luz y pensamiento positivo va transformando progresivamente ese paisaje impuesto a la fuerza por ese otro: el que nace del corazón, el sutil, el mágico, el de la sonrisa viva, el de los ojos brillantes, el del beso apasionado, ese paisaje iluminado y resplandeciente que no es más que la verdadera conciencia del ser haciéndose una con la luz. 

bottom of page